Perfiles de Movement Makers: Matice Moore
Matice Moore es artista y facilitadore negrx, queer, no binario de Arizona y codirectore del Brown Boi Project. Con énfasis en el desarrollo del liderazgo, el proceso grupal y la curación a través de la práctica creativa, Matice ha trabajado durante más de 20 años con personas jóvenes y adultas para abordar temas relacionados con la equidad institucional, la justicia social y el encarcelamiento masivo en los sectores de educación superior y sin fines de lucro.
¿Quiénes son tu gente?
Mi gente son la gente negra. Mi gente son la gente trans y de género no conforme. Mi gente están equilibrando los problemas de salud mental mientras trabajan con los impactos del género en sus cuerpos físicos y espirituales.
Mi gente son de Arizona y están afrontando todos los problemas que surgen al crecer allí o en lugares similares. Creo que, en un sentido amplio, tengo la sensación de que mi gente son todos los seres sensibles del planeta: los árboles, los animales, etc. Creo que centrarme en mis parientes cercanos y en la gente que comparte mi identidad es un portal para conectar con todos los seres sintientes.
¿Qué te trae a este movimiento?
Mis primeras experiencias que recuerdo con la raza y el género cuando era niñe fueron experiencias hostiles. Cuando entré en diferentes espacios de justicia social como joven adulte, fue un gran alivio tener un lenguaje para esas primeras experiencias, y conectar con gente que estaba trabajando para hacer visibles y abordar diversos tipos de daños en su vida cotidiana. Aprender de les activistas fronterizes de Arizona fue probablemente una de mis experiencias de politización más significativas y me conmovieron profundamente las colaboraciones que presencié entre artistas y organizadores.
Encontrar la comunidad del Brown Boi Project en 2014 también fue significativo para mí. Durante la mayor parte de mi vida de joven adulte, no solo me faltaba el lenguaje para describir mi género, sino que a menudo era la única persona negra queer al que se le había asignado mujer al nacer. La formación en liderazgo de BBP fue una experiencia profundamente sanadora que reunió a toda una comunidad de personas que habían vivido experiencias similares y estaban interesadas en pensar y trabajar para aplicar estructuras más amplias para el género.
Me siento profundamente comprometide con la creación de espacios que ayuden a la gente a dar sentido a sus propias experiencias vividas, a sus propios traumas, y a hacerlo colectivamente con el objetivo de desarrollar estrategias que puedan ser compartidas para apoyar a otros en su propio trabajo de curación. Realmente creo que los espacios de sanación para explorar el trauma y reflexionar sobre cómo nos mostramos en nuestras relaciones y en nuestras organizaciones es fundamental para aumentar nuestra capacidad, para resistir el agotamiento y, en última instancia, para crear espacios más liberados para todes.
¿Qué aspecto de tu trabajo en el movimiento te trae alegría?
Mi mayor alegría es ver cómo la gente se conecta entre sus mismos y avanza en la aplicación de una nueva idea o concepto en su propia vida o comunidad. Por ejemplo, durante la pandemia empezamos a trabajar con gente para elaborar planes de crisis y bienestar porque oímos repetidamente que la gente de nuestras comunidades estaba experimentando importantes problemas de salud mental bajo la tensión del aislamiento. Después de desarrollar una plantilla de forma colaborativa, las personas salían de nuestro espacio de grupo y compartían las plantillas con otras personas de sus grupos, con amigues con les que se organizaban, etc. Me encantan esos momentos de polinización cruzada y ver cómo una idea evoluciona y se extiende a otres que también necesitan apoyo.
Crear este tipo de espacios para la gente me da mucha alegría, y crear espacios donde la gente pueda descansar profundamente y establecer conexiones para promover su propia curación también me da mucha alegría.
¿Qué movimientos estás haciendo para terminar la violencia?
A través del Brown Boi Project estamos explorando cómo podemos apoyar a la gente que quiere trabajar en torno a las formas en que el binario de género causa daño y limita la plena expresión de nuestra humanidad. Queremos ayudar a la gente a establecer más conexiones entre el género y la abolición, el ableism, la inmigración y todas las formas en que los cuerpos son vigilados y dañados por el Estado. Queremos apoyar a las personas para que identifiquen, reclamen y sanen las partes de sí mismas que han sido repudiadas o cerradas para que podamos ser aceptadas de cualquier manera que creamos que necesitamos para sobrevivir.
Después de operar durante una década con lo mínimo en términos de nuestro personal interno, sistemas y estructuras, nuestro trabajo en este momento es redefinir quiénes somos ahora como un grupo organizado que trabaja por la justicia de género. Como punto de partida, seguimos creando espacios para abordar el patriarcado y el daño causado por el binario de género, al tiempo que trabajamos para construir una organización que tenga el tipo de estructura interna sostenible que cultive la innovación y el crecimiento en la misma medida que los programas y espacios externos que pretendemos mantener para otros.
Además, nuestro trabajo ahora está muy centrado en la construcción de mejores relaciones, y nuestro enfoque programático incluye la curación de cómo nos relacionamos con nuestros recursos/finanzas personales, así como el desarrollo de capacidades para participar de manera más significativa con los procesos y prácticas de justicia transformadora.
¿Cómo describirías tus fortalezas de liderazgo?
Como líder, aspiro a ser altamente autorreflexiva como forma de resistir la rigidez y no replicar los espacios dañinos por los que he pasado. Quiero resistirme a las estructuras y modelos blancos, corporativos, capitalistas y sin fines de lucro, y descubrir cómo centrar realmente el cuidado y la conexión dentro de nuestros grupos y espacios organizativos.
He pasado por varios programas educativos sin fines de lucro en los que decían: “Estamos construyendo una comunidad. Todo gira en torno al amor”, pero luego, cuando te adentras en la infraestructura de la organización, la gente se siente miserable y odia a quienquiera que sea le supervisor o le director de educación o lo que sea, porque es un ambiente explotador y dañino, mientras que al mismo tiempo intenta dar la vuelta y crear lo contrario para la gente a la que sirve.
Como líder, creo que estoy tratando de aprender de esas experiencias y realmente crear y utilizar mi capacidad creativa para centrar la atención, para centrar la humanidad de la gente, para centrar el trabajo a un ritmo que es humano y reflexivo e intencional para un equipo que también está tratando de hacer un trabajo significativo con los demás. Estoy seguro de que sigo creciendo y estoy muy comprometide con el aprendizaje constante y con el intento de mejorarme a mí mismo y a la forma en que abordamos este trabajo.
¿Qué te ayuda quedar en este movimiento?
Lo primero que se me ocurre es la curiosidad. Siento una curiosidad infinita por saber cómo podemos crear espacios mejores, más interesantes y más solidarios para la gente, y me interesa mucho todo el proceso de diseño de cómo surge un nuevo programa o iniciativa.
Si lo probamos, ¿cómo responden las personas a las que queremos servir y cómo podemos mejorarlo? Estar en colaboración con la gente de esta manera y seguir un proceso hasta el final, y conseguir ver un cambio real a nivel individual e interpersonal, me motiva mucho para seguir trabajando.
Creo que, literalmente, si soy capaz de crear un espacio y la gente experimenta un crecimiento positivo, un cambio, cambios en la forma de pensar, entonces puedo seguir adelante.